She dance alone

¿Y por qué no sale sola?
Por que no le da la gana.
Dice que si no se droga,
dice que si no se droga que no siente nada...

Y miro el tarot y no me dice nada nuevo. ¿Para qué quiero saberlo?
Llevo el futuro escrito en la frente, pero me acerco al espejo y desaparece.
No se da cuenta de que sé como se siente.

Hit the floor...

Mira la sangre escurrir por tus manos, arranca los cristales de ellas.
Mira en el espejo roto tu rostro manchado de rojo y cree que te has vuelto loco.
No podrías sobrevivir aquí. No perteneces a este lugar. Todos estamos locos pero tú el que más.
Nota el sabor de la sangre en tus labios y desea haber muerto. Grita de agonía y rompe tu piel con las uñas. Escribe mi nombre en ella. No me olvides.
Tenme en tu mente a todas horas. Destrozaré tu alma, haré que salga a jirones cada vez que hables. Nota cómo tu cuerpo golpea el suelo y rompe el asfalto.
Eres inmortal.
No tienes alma. Te la ha robado un error. El error de tu vida, si la tuvieses.
Ahora estás en el fondo del abismo. Suplica por tu vida. Yo ya no puedo hacer nada.
Corre eternamente entre la penumbra, y cada vez que sangre, recuerda mi nombre.
Grítalo en silencio mientras tus ojos se ciegan ante lo que antes te parecía belleza.
No me olvides.

¿Alguna vez has sentido cómo caes en el abismo?

Mira mi mano extenderse mientras caes, y cuando estés en el fondo, grita mi nombre. Y, desde abajo, observa la sangre salir de tu cuerpo, y entre lágrimas, grita aún más fuerte. Los gritos borbotean a causa de la sangre en tu garganta, pero mi nombre suena aún más alto. Y me observas desde el fondo, en el borde del barranco que deshizo tu suerte. Mira como mi mano, aún extendida, grita en silencio. Mi suerte está tendida contigo, en el abismo, junto a ti. Mis lágrimas se unen con tu sangre. Dejas de gritar, sólo se oye el susurro metálico de la sangre al caer.
No tienes escapatoria. Has caido. No tienes escapatoria. Mueres en el abismo. Has caído.
No tienes escapatoria.
En mis recuerdos gritas que eres inmortal. Y cuando te pierdes en la oscuridad no puedo evitar gritar.
Sal de mi cabeza.

Que decir...

Son las seis y diecisiete del día anterior a mi quince cumpleaños, y como siempre nunca pasa nada.
Este sol aletargado por las tardes de invierno entra por la ventana mientras pienso en lo absulotamente jodida que estoy. Ahora mismo lo único que tiene sentido es ponerme de frente hacia ese sol justo en el quicio de la ventana y dar un ligero paso al frente. Quinto piso, una Shadow debajo... Sería tan simple.
¿Alguna vez te has sentido cómo si no sirvieses para nada? Yo sí. Y esa ventana es muy tentadora. Pero voy a sobrevivir a este maldito martes por la tarde. Lo juro.
Dejemos de hablar de mi suicidio inminente. Pasemos a hablar de ella. Ella. Mi ruina.
Un día se volvió arena y se escapó de mis manos. Mi vida quedó vacía sin ella. No hubo nada. Fue mi Todo y mi Nada durante un año. Empiezo esto, en este bello anonimato, sólo para que no se quede en el olvido. Que todas mis reflexiones estén a un clic de la pantalla y mi cerebro. Mañana empiezo una nueva vida, en la que la ventana sólo servirá para mirar cómo me sonríe la vecina de en frente.
Ahora mismo en mi cabeza hay únicamente dos cosas. Mañana y Alice in Psycholand.
http://www.youtube.com/watch?v=r0QzV9Gy6B0&NR=1