...

¿Acaso recuerdas a aquella chica que escribe historias de amor rotas cuando nadie la mira? Aquella que solo les cuenta sus sentimientos al papel, aquella que solo habla con su boli, mientras las lágrimas emborronan la tinta de esos papeles que terminarán rotos, volando por su balcón. Si alguna vez fueses capaz de reunir todos esos trocitos de ilusión, y leerlos, verías que en todas sus historias aparece tu nombre. Que no eres el príncipe de sus sueños, eres el simple muchacho que la enamora, que en realidad tienes más que un nombre, por que lo significas todo para ella. Y mientras esa chica sigue llorando sin saber por qué, deseando fundirse con el agua calma de algún estanque olvidado, sueña a la vez con un futuro, en el que la Felicidad sea su príncipe, y la Libertad su amor verdadero.

Tras de mí...

No pasaban horas del amanecer cuando mi hermana y yo salimos al mercado. Los guardias nos abrieron el portón mientras nosotras conversábamos. Nos perdimos en aquel laberinto de puestos de delicias y telas.  Pero al poco volvió a inundarme esa sensación, la de ser observada. Y volví a verlo. Esa sombra que se mueve, que solo atisbo por el rabillo del ojo, y que jamás se mantiene quieta cuando la miro.

-¿Qué has visto Tesser?

-Nada, sigamos.

Después de un rato paseando por aquel mercado traté de averiguar cuál era el motivo de aquel banquete que mis padres pretendían dar esa misma noche, y para la que nosotras estábamos comprando alimentos.

-Querida Suzanne, ¿cuál es el motivo de este banquete? Padre no me lo ha mencionado…

-He prometido no decírtelo. Es una sorpresa.- Dijo mientras sus rubios cabellos enmarcaban su sonrisa.

-Oh, venga, ¡dímelo por favor! Nadie lo sabrá.

-No debo, se lo prometí a padre.

Dejé el tema, sabiendo que no conseguiría sacar nada en claro de Suz. Mientras que volvíamos a nuestro hogar, nos cruzamos con una de las marquesas más influyentes del lugar.

-Ya me he enterado de la noticia querida.

-¿De qué noticia?- Dije, sin saber a qué se refería.

-De tu compromiso con el duque de Gweyn, es un hombre muy apropiado para una señorita de tu clase, Tesser.

-¿De qué me está hablando?

-Deberíamos irnos Tess- Dijo apresuradamente Suzanne.-Adiós señora.

-¿De qué estaba hablando esa mujer?- Dije prácticamente gritando.

-Cálmate hermana. Era el secreto que no te debía contar. Es lo que celebramos en el banquete. Padre firmó ayer los acuerdos con la familia Gweyn.  No debías saberlo hasta esta noche. Lo siento.

La sensación era cada vez más agobiante. Había algo a mí alrededor, disfrutando de mi  desgracia, alimentándose de mi miedo.

Recorrí el resto del camino sin mediar palabra. Y a llegar permití a mi doncella colocarme el lujoso vestido preparado para aquella noche. No podía quedarme allí. No podía casarme con aquel hombre.

Así que en un impulso salí de mi habitación y caminé apresuradamente por los corredores hasta llegar a las cocinas, tan ajetreadas con el banquete de aquella noche que ni notaron mi presencia. Salí por la puerta de servicio, y el frío me golpeó en la cara al igual que la luz de aquella luna, mirándome entre los árboles con su pálido semblante. Entonces lo noté. La necesidad de correr, de alejarme de aquel sitio, de entrar en el bosque. Me quité los zapatos, incómodos para correr. Y caminé descalza, sobre la hojarasca, prácticamente sin notar el dolor de las heridas en mis pies. Los nervios no me lo permitían. Mi vestido se hacía jirones, enganchándose en las ramas bajas de todos los árboles, en mi irrefrenable huida de aquello que me llevaba persiguiendo desde hacía tiempo atrás.

Entonces lo vi. Una de esas horribles sombras, pero esta vez la vi de frente. Justo delante de mí. Parecía hecha de jirones de niebla negra, dando vueltas, adoptando algo parecido a una forma humana. No me dio tiempo a parar. Y la atravesé. Y en ese momento noté el frío mortal dentro de mis entrañas. Como millones de cristales de hielo clavándose en cada parte de mi ser, pero seguí corriendo.

Cada vez eran más. Y me perseguían, rozándome,  llenándome con aquel frío.

Hasta que no pude más. Era inútil correr. Me alcanzarían. Era inútil dar la vuelta estaban detrás de mí,  asique me arrodillé, llorando, pensando que prefería morir a sufrir la muerte en vida de estar junto a alguien que no amas. Y esperé  el dolor, mientras rezaba que la luna se apiadase de mí.

A la mañana siguiente solo encontraron los restos de mi ropa desgarrada. Pero eso a vosotros no importa, porque los que leéis esto aún estáis entre los vivos.

Dedicado a mi querida Teresa Peciña. La próxima vez será una historia de vikingos ^^

El amor es para los poetas...

¿Qué es poesía?, preguntas mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.

...

Morir, dormir. Dormir, morir...
¿Y si muero y despierto mañana?
Será mejor dormir.

Por que los poetas han muerto...

O siguen soñando, escribiendo a princesas imaginarias de cristal. Los poetas desaparecen, casi tanto como el amor de este mundo. A lo mejor es por que las musas se intoxicaron con tanto teólogo desmintiéndolas.
La inspiración dejó de funcionar ya que nos dan explicaciones a todo, y en el mundo de hierro y asfalto que construimos las ninfas se aferran a sus árboles como yo me aferro al amor al que cantaban los poetas antaño.

I still waiting...

Y creíamos que era perfecto. Ahora veo todo mi mundo todo el puto mundo que era capaz de soportar sobre mis hombros desmoronándose por un movimiento en falso. Y es la primera vez que me planteo olvidar todo y tirar el pequeño mundo que llevo sobre mis hombros y ver como se hace añicos al igual que las bolas de cristal que habitan en los cajones de mi habitación; olvidadas junto al resto de mis sueños.
Por que jamás he repetido tantas veces la frase "me quiero morir" ni con tanta intensidad como estos últimos cuatro días. Y me siento patética escribiendo aqui, esperando a que seas capaz de leer todo esto como yo soy capaz de escribirlo. Por que no puedo vivir sin lo único que me da el aliento...
Necesito tu alma para soportar la mia.

Hold your breath...

¿Alguna vez te has sentido como en un cementerio sin lápidas?, caminar sobre algo que ha sido importante para otras personas, sin dejar constancia... Algo que efímeramente huye de tus pensamientos como los gusanos huyeron de esos cuerpos hace tamto tiempo. Piensas que brizna de esta hierba se ha alimentado de los sueños de alguien que soñaba lo mismo que tú, cuál de estas rosas se nutre de la belleza de alguien que amó y pudo ser amado, piensas cuanta gente ha regado esta hiedra con sus lágrimas para que ahora nadie recuerde cuál fue la razón de su dolor. Y te preguntas ¿qué es la vida sino un conjunto de mecanismos que se nutren con la sangre de nuestras ilusiones para después caer sin cumplir ninguna de ellas? ¿ De qué sirve vivir si luego terminas así? Así, en un cementerio sin lápidas.

You get me closer to God...

Tu odio aumenta mi ego hasta límites increibles. Eso demuestra que en algún momento me quisiste, y ahora, tus heridas duelen tanto que te resulta imposible dejar en el fondo oscuro de tu mente mi recuerdo y me llevas hasta el rincón sádico en el que recreas mi muerte una y otra y otra vez. Y eso te hace aún más daño. ¿Me odias porque no puedes amarme o me odias porque ya no te amo?
Fuimos tan grandes que hasta la misma Babilonia nos envidiaba. ¿Me añoras?
Lo noto en tus miradas de odio, que esconden las de desesperación.
¿Acaso puedes vivir sin mí? ¿O te llevaba demasiado alto como para olvidarme?

Opheliac...

Me has robado la cordura, el alma, la vida. Mi cabeza se retuerce en delirios monstruosos. El alivio del sueño viene acompañado por los monstruous de la demencia. Las pesadillas son insoportables. Me he vuelto loca. Vago por las calles de perdida inocencia dándome cuenta de que ya no brilla todo con ese brillo especial, ahora es un brillo rojo, rojo como la sangre. El movimiento alérgico de las masas ante algo extraño me recuerda a tu repiración agitada cuando te mueves por encima de mi, a como las olas rompen contra los restos de los naufragios de mi cordura. Porque todo lo que me queda eres tú. Y el blanco de tus ojos es es folio en el que escribo, y la tinta es tan pura que solo tus pupilas deberían poder verla, porque escribo con amor, un amor tal que el cristal de esta pantalla explota de sólo imaginarlo. Por que hay miradas que destruyen imperios, pero tu sonrisa destruye mi mundo y lo lleva a las más crueles cenizas obligando a reposar mi cabeza en la pradera de tu pecho. Eres todo lo que tengo.
Lo poco que me queda en este mundo de dolor desafiante. Puedo cazar al demonio más voraz pero siempre caeré rendida ante tu mirada. Tus ojos me pierden. No hay más que tú bañándose en el mar de mi sonrisa. Sin ti, no hay nada.

Adrenalin

Nota como la adrenalina recorre tus venas, hormiguea en las yemas de tus dedos y vuelve al corazón, haciéndolo latir con más fuerza.
¿Sientes cómo tus piernas se encogen, preparadas para un estallido de movimiento? ¿Sientes cómotus pies casi no tocan el suelo mientras andas? ¿Has visto como se te eriza el pelo?
Tus movimientos parecen demasiado lentos comparados con la rapidez de tus pensamientos. No oyes nada más que a ti mismo, tus pensamientos a la velocidad de la luz cruzan tu cabeza, superponíendose los unos a los otros,, peleándose por tu atención. Y ahora recuerdas cuando te preguntabas qe se siente cuando se acerca la muerte, y ahora, que te pisa los talones, sabes lo que se siente al mirar al terror a la cara.
'Cause it's your fucking nightmare.

Modestia a parte...

¿Quién se ha llevado el rayo de luz, que atravesaba mi cristal?
Aquel que un día llegó, y sólo a ti quería despertar. Ya sé que dicen que el cielo aún es azul, voy a llenar los espacios donde estabas tú. Voy a llenar mi cabeza y sacar a la luz lo que no puedo callar.
Ahora que tu paraiso cambió de color, puedes hablarme tranquila, no tengo intención, de entrar de nuevo en acción para volver a acabar sin gloria ni razón.
Ya sé que dices que el tiempo no va a parar, asi que dedícame un minuto más.
Voy a levantar mi cabeza, romper el reloj, poner en marcha otro adiós.
Ahora mi paraiso ha perdido el color, las flores gritan tu nombre de forma agonizante, y entre la hierba gris las rosas se manchan del color de la sangre.

Inserta algo lógico como título...

Camino por el borde de las ruinas sin mierdo a caerme, creo que me siento como Becquer, volando junto a sus golondrinas, golpeando los inexistentes cristales de las casas abandonadas, únicamente corrompidas por el lejano ruido de los coches en la carretera.
No sé como he llegado aquí. Estoy en lo alto de un muro, donde debería estar el tejado. Todo discurre como en un sueño. Soy capaz de ver mi propio cuerpo contra el lecho de hirba al final de la pared, ensuciando con sangre la virginidad primaveral de la hierba. Y pienso como quedará ahí, abandonado. Me buscarán durante días, pero nadie pensará en venir aquí. Nadie estaría tan loco como para venir aquí.

Por una mirada, un mundo. Por una sonrisa, un cielo. Por un beso...

Ahora mismo ya sabría que hacer por un beso. Asesinato. Ver la sangre salir de los agujeros de 22mm de vuestras cabezas mézclandose en un beso de carmesí eterno. Reconocezlo, os enamora la idea. Pero sería demasiado fácil. Os gustar tergiversar y complicar todo hasta el punto máximo. Eso sería lo mejor. Mira como os fundís lentamente y os adentráis cada vez más en el pozo de petróleo de vuestras propias mentiras. No quiero vuestro perdón. No necesito vuestro vomitivo perdón. Tú, arrogante y tú, interesado; ya no sois nada.

What do you want of me? What did you make from me?

Y ahora me pierdo sole en la multitud de la ciudad. Las risas delices de la gente parecen una sátira a mi aspecto demacrado. Los bufones de la sociedad no son capaces de comprender los sentimientos de las pocas personas que quedan con la capacidad de pensar.
Pero eso te da igual. Solo te importa tu cerrada ideología retrógrada, que tu mismo contradices. ¿Y ahora qué?
Ahora eres una víctima de tu propia mentalidad, sientes como la muerte respira por cada uno de tus poros, y no quieres dejarla salir.
Sigo perdida entre la multitud, a la sombra de edficios de sueños y metal.
Eres todo lo que gira en mi cabeza.

I still loving you

A veces es tan dificil apartarse de la gente...
Sientes un miedo irrefrenable a perder a esa persona. y cuando la pierdes sientes que has muerto. Pero ahora es momento de recoger los trozos. Reconstruye el espejo, mírate en él y sonríe. Aunque sea mentria. Just Smile.
Sólo riéte en la cara de la muerte. Nadie antes lo ha hecho. Te temerá-
Se sublegará a ti.
Mata a la muerte.
Se feliz.
Sal a la calle sin miedo. No te preocupes por nada. Y si se te cruza por la calee, dale un beso en calibre 22.

Historias random en clase de inglés e.e

Típica noche sin luna ni estrellas. Los coches del aparcamiento relucen bajo las luces naranjas de las farolas.

Ella camina rápido, golpeándose contra los retrovisores de los coches de alta gama. Su vestido se engancha con cada piedra del asfalto, y el bajo recoge toda la suciedad, manchando el rojo sangre de su vestido, hasta llegar a un marrón sucio.
Corre, pero no sabe por qué. Huye de alguien. O por lo menos eso cree. Oye pasos, y su corazón está a punto de salírsele del pecho, del escote de ese bonito vestido de fiesta, demasiado melindroso para el extraño lugar en el que ha terminado.

No desea mirar atrás; algo le dice que sería una imprudencia. Ni siquiera sabe cómo volver a su casa, a pesar de haber sido ella misma la que se a arrastrado ahí. Tampoco se ha molestado en quitarse las botas de plataforma negras de sus pies. "Arriesgado", piensa. Si es que piensa.
Su mente está tan nublada que casi no desearía haber succionado esa enorme cantidad de cocaína.
Niña tonta, estúpidas plataformas.

Sabe que necesita correr aún más. Cada gramo de cocaína se impulsa contra sus extremidades, haciéndola sentir como sus pies vuelan, corriéndo más de lo que jamás ha sido capaz. No ve del todo bien. La luz le hiere los ojos, haciendo de todo lo que le rodea una mancha borrosa color naranja. Le duelen las costillas por los golpes contra los retrovisores.
Jodidos retrovisores.
Intenta aclarar su mente, intenta recordar cómo ha terminado toda esa drgoa en su cuerpo. Parece no escuchar como el guardia de seguridad corre detrás de ella. No es normal una chica sola aquí, a esta hora, por muy rar que sea.

Pero eso a ella no le importa ya; si se para puede acabar herida. Ese guardia la persigue. Y trae una monstruosidad de coche con él. Su cabeza estallará de un momento a otro si no cesa el ruido de las sirenas...

By: Darkheaded Rock Angel & Traumatic Desires

She dance alone

¿Y por qué no sale sola?
Por que no le da la gana.
Dice que si no se droga,
dice que si no se droga que no siente nada...

Y miro el tarot y no me dice nada nuevo. ¿Para qué quiero saberlo?
Llevo el futuro escrito en la frente, pero me acerco al espejo y desaparece.
No se da cuenta de que sé como se siente.

Hit the floor...

Mira la sangre escurrir por tus manos, arranca los cristales de ellas.
Mira en el espejo roto tu rostro manchado de rojo y cree que te has vuelto loco.
No podrías sobrevivir aquí. No perteneces a este lugar. Todos estamos locos pero tú el que más.
Nota el sabor de la sangre en tus labios y desea haber muerto. Grita de agonía y rompe tu piel con las uñas. Escribe mi nombre en ella. No me olvides.
Tenme en tu mente a todas horas. Destrozaré tu alma, haré que salga a jirones cada vez que hables. Nota cómo tu cuerpo golpea el suelo y rompe el asfalto.
Eres inmortal.
No tienes alma. Te la ha robado un error. El error de tu vida, si la tuvieses.
Ahora estás en el fondo del abismo. Suplica por tu vida. Yo ya no puedo hacer nada.
Corre eternamente entre la penumbra, y cada vez que sangre, recuerda mi nombre.
Grítalo en silencio mientras tus ojos se ciegan ante lo que antes te parecía belleza.
No me olvides.

¿Alguna vez has sentido cómo caes en el abismo?

Mira mi mano extenderse mientras caes, y cuando estés en el fondo, grita mi nombre. Y, desde abajo, observa la sangre salir de tu cuerpo, y entre lágrimas, grita aún más fuerte. Los gritos borbotean a causa de la sangre en tu garganta, pero mi nombre suena aún más alto. Y me observas desde el fondo, en el borde del barranco que deshizo tu suerte. Mira como mi mano, aún extendida, grita en silencio. Mi suerte está tendida contigo, en el abismo, junto a ti. Mis lágrimas se unen con tu sangre. Dejas de gritar, sólo se oye el susurro metálico de la sangre al caer.
No tienes escapatoria. Has caido. No tienes escapatoria. Mueres en el abismo. Has caído.
No tienes escapatoria.
En mis recuerdos gritas que eres inmortal. Y cuando te pierdes en la oscuridad no puedo evitar gritar.
Sal de mi cabeza.

Que decir...

Son las seis y diecisiete del día anterior a mi quince cumpleaños, y como siempre nunca pasa nada.
Este sol aletargado por las tardes de invierno entra por la ventana mientras pienso en lo absulotamente jodida que estoy. Ahora mismo lo único que tiene sentido es ponerme de frente hacia ese sol justo en el quicio de la ventana y dar un ligero paso al frente. Quinto piso, una Shadow debajo... Sería tan simple.
¿Alguna vez te has sentido cómo si no sirvieses para nada? Yo sí. Y esa ventana es muy tentadora. Pero voy a sobrevivir a este maldito martes por la tarde. Lo juro.
Dejemos de hablar de mi suicidio inminente. Pasemos a hablar de ella. Ella. Mi ruina.
Un día se volvió arena y se escapó de mis manos. Mi vida quedó vacía sin ella. No hubo nada. Fue mi Todo y mi Nada durante un año. Empiezo esto, en este bello anonimato, sólo para que no se quede en el olvido. Que todas mis reflexiones estén a un clic de la pantalla y mi cerebro. Mañana empiezo una nueva vida, en la que la ventana sólo servirá para mirar cómo me sonríe la vecina de en frente.
Ahora mismo en mi cabeza hay únicamente dos cosas. Mañana y Alice in Psycholand.
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