One day.. one sweet day.. I'm gonna forget your name...

miércoles, 8 de febrero de 2012

Vuelta al principio.

Son las diez y media de la noche de la víspera de mi decimosexto cumpleaños. Y vuelvo a lo mismo.
Solo que ahora las cosas han cambiado. La luz aletargada del triste atardecer de Madrid se ha convertido en su noche sin estrellas, con una luna olvidada y sola. Y ahora cuando miro esa ventana sigo pensando en saltar. Pero no por ella. Ahora he aprendido que desde aquí algún ángel misericorde podría engancharme a los tendederos, dejándome colgando de un fino hilo hasta que alguien me buscase.
No, ahora miro a lo grande. Miro por ese balcón, que el blanco sol de invierno suele iluminar con su cegador resplendor, y pienso que eso sí que sería como volar.
Pero ahora ya no es lo mismo que me atormenta. Si me vieses, que sé que me estás viendo, ya no verías a la chica fuerte, la que te abrazaba y te decía que te volvería a ver en tan solo un mes. Verías a una chica llorosa, que no sabe qué va a ser de ella mañana, enamoradiza y olvidadiza. Y pese a que tu recuerdo ya no me arde en las venas, es el mío propio, el de alguien que no tenía problemas el que me hiere. Y aún deseo volver a los antiguos tiempos, en el que era capaz de sobrevivir sin nadie. Y ahora no me propongo olvidar, ahora me propongo renacer, volar sobre alas de fuego. Se que este año no va a cambiar nada. Siempre se repite la misma pauta. Y eso me asusta. Pero no voy a hacer nada por cambiarlo. Gracias destino, Dios, universo, Parcas, lo que sea a lo que le tengo que agradecer, por dejarme vivir un año más.

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