One day.. one sweet day.. I'm gonna forget your name...

viernes, 27 de enero de 2012

Sin motivos.

Adoro la forma en la que mira al resto del mundo desde su cigarro, inmerso en su música, distante. Adoro cuando entre el humo me mira, me sonríe y espera a que llegue a su lado, como si tuviésemos todo el tiempo del mundo. Pero nunca tendremos un para siempre. Adoro como toca, como sus dedos recorren suavemente las cuerdas,  y a veces envidio a ese bajo al que dedica horas, junto con el cual se abstrae, ignorando al resto de la humanidad.

viernes, 20 de enero de 2012

Pavor.

Solo hay una frase que me de más miedo que "Tenemos que hablar":
"Te quiero".

Y sí: Esto es una mierda. No es lo que quería. Pero ahora te quiero.

Bob Marley dijo ''Ella no es perfecta. Tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti.."

miércoles, 18 de enero de 2012

Subiendo cosas antiguas que deberían estar aquí.

I can walk on the clouds, I can see the sea under my window, I can play with the fairies... 
But I can't forget the touch of your skin... 
Just Hit The Floor

Siglos después.

Rise up the music volumen...
Until I can't hear my own mind...If I hear it... if I really hear it...
I might not stop thinking about you.
'Cause I miss you so much...
Just hit the floor.

lunes, 26 de diciembre de 2011

...

¿Acaso recuerdas a aquella chica que escribe historias de amor rotas cuando nadie la mira? Aquella que solo les cuenta sus sentimientos al papel, aquella que solo habla con su boli, mientras las lágrimas emborronan la tinta de esos papeles que terminarán rotos, volando por su balcón. Si alguna vez fueses capaz de reunir todos esos trocitos de ilusión, y leerlos, verías que en todas sus historias aparece tu nombre. Que no eres el príncipe de sus sueños, eres el simple muchacho que la enamora, que en realidad tienes más que un nombre, por que lo significas todo para ella. Y mientras esa chica sigue llorando sin saber por qué, deseando fundirse con el agua calma de algún estanque olvidado, sueña a la vez con un futuro, en el que la Felicidad sea su príncipe, y la Libertad su amor verdadero.

sábado, 22 de octubre de 2011

Tras de mí...

No pasaban horas del amanecer cuando mi hermana y yo salimos al mercado. Los guardias nos abrieron el portón mientras nosotras conversábamos. Nos perdimos en aquel laberinto de puestos de delicias y telas.  Pero al poco volvió a inundarme esa sensación, la de ser observada. Y volví a verlo. Esa sombra que se mueve, que solo atisbo por el rabillo del ojo, y que jamás se mantiene quieta cuando la miro.
-¿Qué has visto Tesser?
-Nada, sigamos.
Después de un rato paseando por aquel mercado traté de averiguar cuál era el motivo de aquel banquete que mis padres pretendían dar esa misma noche, y para la que nosotras estábamos comprando alimentos.
-Querida Suzanne, ¿cuál es el motivo de este banquete? Padre no me lo ha mencionado…
-He prometido no decírtelo. Es una sorpresa.- Dijo mientras sus rubios cabellos enmarcaban su sonrisa.
-Oh, venga, ¡dímelo por favor! Nadie lo sabrá.
-No debo, se lo prometí a padre.
Dejé el tema, sabiendo que no conseguiría sacar nada en claro de Suz. Mientras que volvíamos a nuestro hogar, nos cruzamos con una de las marquesas más influyentes del lugar.
-Ya me he enterado de la noticia querida.
-¿De qué noticia?- Dije, sin saber a qué se refería.
-De tu compromiso con el duque de Gweyn, es un hombre muy apropiado para una señorita de tu clase, Tesser.
-¿De qué me está hablando?
-Deberíamos irnos Tess- Dijo apresuradamente Suzanne.-Adiós señora.
-¿De qué estaba hablando esa mujer?- Dije prácticamente gritando.
-Cálmate hermana. Era el secreto que no te debía contar. Es lo que celebramos en el banquete. Padre firmó ayer los acuerdos con la familia Gweyn.  No debías saberlo hasta esta noche. Lo siento.
La sensación era cada vez más agobiante. Había algo a mí alrededor, disfrutando de mi  desgracia, alimentándose de mi miedo.
Recorrí el resto del camino sin mediar palabra. Y a llegar permití a mi doncella colocarme el lujoso vestido preparado para aquella noche. No podía quedarme allí. No podía casarme con aquel hombre.
Así que en un impulso salí de mi habitación y caminé apresuradamente por los corredores hasta llegar a las cocinas, tan ajetreadas con el banquete de aquella noche que ni notaron mi presencia. Salí por la puerta de servicio, y el frío me golpeó en la cara al igual que la luz de aquella luna, mirándome entre los árboles con su pálido semblante. Entonces lo noté. La necesidad de correr, de alejarme de aquel sitio, de entrar en el bosque. Me quité los zapatos, incómodos para correr. Y caminé descalza, sobre la hojarasca, prácticamente sin notar el dolor de las heridas en mis pies. Los nervios no me lo permitían. Mi vestido se hacía jirones, enganchándose en las ramas bajas de todos los árboles, en mi irrefrenable huida de aquello que me llevaba persiguiendo desde hacía tiempo atrás.
Entonces lo vi. Una de esas horribles sombras, pero esta vez la vi de frente. Justo delante de mí. Parecía hecha de jirones de niebla negra, dando vueltas, adoptando algo parecido a una forma humana. No me dio tiempo a parar. Y la atravesé. Y en ese momento noté el frío mortal dentro de mis entrañas. Como millones de cristales de hielo clavándose en cada parte de mi ser, pero seguí corriendo.
Cada vez eran más. Y me perseguían, rozándome,  llenándome con aquel frío.
Hasta que no pude más. Era inútil correr. Me alcanzarían. Era inútil dar la vuelta estaban detrás de mí,  asique me arrodillé, llorando, pensando que prefería morir a sufrir la muerte en vida de estar junto a alguien que no amas. Y esperé  el dolor, mientras rezaba que la luna se apiadase de mí.
A la mañana siguiente solo encontraron los restos de mi ropa desgarrada. Pero eso a vosotros no importa, porque los que leéis esto aún estáis entre los vivos.

Dedicado a mi querida Teresa Peciña. La próxima vez será una historia de vikingos ^^

domingo, 25 de septiembre de 2011

El amor es para los poetas...

¿Qué es poesía?, preguntas mientras clavas en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.

martes, 23 de agosto de 2011

...

Morir, dormir. Dormir, morir...
¿Y si muero y despierto mañana?
Será mejor dormir.

Por que los poetas han muerto...

O siguen soñando, escribiendo a princesas imaginarias de cristal. Los poetas desaparecen, casi tanto como el amor de este mundo. A lo mejor es por que las musas se intoxicaron con tanto teólogo desmintiéndolas.
La inspiración dejó de funcionar ya que nos dan explicaciones a todo, y en el mundo de hierro y asfalto que construimos las ninfas se aferran a sus árboles como yo me aferro al amor al que cantaban los poetas antaño.